Cualquier documento en idioma extranjero es necesario que tenga su respectiva traducción jurada para que tenga validez en otro país. Así, documentos presentados a instituciones oficiales, entidades académicas, procesos judiciales, entre otras finalidades, necesitan tener su traducción jurada.
En este artículo, explicaremos las características principales de este tipo de traducción.
¿Cómo solicitar una traducción jurada?
Cuando ese tipo de servicio se hace necesario, se debe contratar un traductor jurado, conocido también como traductor público e intérprete comercial, que esté vinculado al Registro Mercantil donde actúa. Este profesional es habilitado por medio de concurso público y tiene sus actividades controladas por el Registro Mercantil.
En ProWords, trabajamos con traductores jurados de todos los Registros Mercantiles del país.
¿Cómo es la estructura de una traducción jurada?
Aunque la estructura formal de la traducción jurada ocasione pequeñas variaciones de acuerdo con el Registro Mercantil de cada estado, sus elementos esenciales son comunes. Los principales son:
Páginas– El Registro Mercantil determina el tamaño de las páginas. Por eso, aunque en una hoja tenga más líneas que la página determina, el traductor jurado deberá respectar la normativa del registro mercantil.
Introducción – La traducción jurada comienza con un párrafo introductorio, que debe contener la identificación del traductor. En este párrafo inicial, también pueden constar el número de la traducción, de la página y del libro de registro en que se archivó la traducción. Los datos deberán repetirse en la línea introductoria de cada página del documento.
Elementos gráficos – La traducción jurada también informa todo y cualquier elemento gráfico del documento original. Por lo tanto, se deben traducir timbres, sellos, escudo de armas, logotipos, emblemas, firmas y otras especificidades.
Cierre – En el último párrafo de la traducción jurada, debe constar la certificación en la que hace constar que aquella traducción es completa y fiel al documento original. Esta información es seguida de la firma, nombre y sello del traductor, y número de su inscripción en el registro mercantil del estado en que esté habilitado.
Registro – Toda traducción jurada debe constar en el libro “Registro de Traducciones”. El traductor retira este libro en el registro mercantil, y debe devolverlo cuando esté totalmente cumplimentado. Así, todas las traducciones juradas tienen o tendrán su registro en el registro mercantil del estado en que se llevó a cabo. Esto es un paso del control que aumenta la confiabilidad y la seguridad de las traducciones.
Traducción jurada desde los documentos no-originales
En la mayoría de las veces, se realiza la traducción jurada a partir de un documento original. Pero cualquier documento puede pasar por ese proceso de traducción: copias certificadas o simples, correos electrónicos, cartas, páginas web o texto de cualquier naturaleza. En todos los casos, el traductor jurado indica al final de la página el tipo de documento que le fue presentado y sirvió como “original” para cada traducción.
Es importante señalar que no es deber del traductor saber cuál es el tipo de documento requerido por las instituciones brasileñas o extranjeras. El profesional debe apenas traducir el documento que le fue presentado.
¿La traducción jurada sustituye el documento original?
No. La traducción jurada apenas sigue el documento original. Así como el documento sólo tiene validez legal con su traducción jurada, el inverso también es verdadero.
La traducción también no tiene una fecha de caducidad. Sin embargo, ella es una copia fiel del documento original y está vinculada a él. Por esto, si el documento original tiene una fecha de expiración, la traducción también perderá su valor legal.
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